22.8.08

Camille Claudel

Todo fue un maremagno de locura en el mismo momento que tus ojos cruzaron con su luz en mi penumbra y dejè de ser yo para volverme el eco de un nosotros.
¿Recuerdas?
Nos despertó la bestia de la sangre y soltamos con furia los cinceles vibrantes de tus manos a mis manos para esculpirnos nuevos roce a roce pulirnos los errores beso a beso tan solo para amarnos…
Sentimental violento amor desmesurado donde por cada absolución de esquirlas la cerámica tibia de mi cuerpo fue cóncava hornacina para el crisol ardiente de tu barro.
Todo fue, ya lo ves, sin importar el donde como y cuando.
¿Miras?
Tu ausencia me ha dejado solo el mármol en un bloque compacto de vacíos amorfos y desnudos que resbalan sobre mi mundo en gris de muros blancos.
Y tu lejano augusto y estatuario has elegido deshojar tus vientos en las rosas más limpias de pecados quizá para olvidar que ya conoces en mi vientre las puertas del infierno.
Voy a morir mañana con tu nombre en un albor de muros siempre en alto -siempre en blanco- con los ojos abiertos y en la espera de aquel
cuando nosotros los muertos despertamos…

3 comentarios:

korallion dijo...

buenisimo...gracias...

korallion dijo...

buenisimo...gracias...Sole

korallion dijo...

buenisimo ....gracias